Podríamos decir que el primer antecedente del cine animado (aunque no era tal) sucedió en 1921, cuando Alfredo Serey y Nicolás Martinez realizaron “La transmisión del mando presidencial”. Sin embargo, no era una animación propiamente dicha, sino que eran proyecciones de dibujos.

Para hablar verdaderamente de la primera película animada, debemos trasladarnos a la década del 40 cuando salió a la luz “15 mil dibujos”. Llevada a cabo por Jaime Escudero y Carlos Trupp, este primer largometraje animado contaba la historia de un cóndor llamado Copuchita, que estaba acompañado del puma Manihuel, el gallo Ño Benhaiga y una niña llamada Clarita. 

Sin embargo, lamentablemente hay muy pocos registros útiles de esta cinta, por lo que no se conoce del todo la trama ni mucho menos la duración completa. Pero, a pesar de eso, tenemos algún que otro dato curioso y un video para que veas el trabajo que se hizo hace ¡80 años!

Y con esto nos referimos a que los productores fueron visitados en plena producción (1941) por nada más ni nada menos que Walt Disney, quien no necesita mayor explicación ni descripción de su persona.

El empresario y creador de las primeras grandes películas animadas quedó sorprendido por el precario pero eficiente equipo con el que trabajaban los directores chilenos, y hasta les dio algunos consejos y sugerencias para la película.

Lamentablemente su estreno no fue exitoso porque en ese entonces ya había grandísimas películas de Disney (con una enorme diferencia de calidad), tales como la primera versión de Blancanieves (1937) y Fantasía (1940).

El hoy

Muchos años pasaron y, por supuesto, enormes desarrollos tecnológicos. Y más allá de todas los proyectos que hay para contar, en 2016 sucedió un hito para el cine, la animación y la industria chilena: “Historia de un oso” ganó el Oscar al mejor cortometraje animado.

Dirigido por Gabriel Osorio, este corto cuenta la historia de un viejo oso que todos los días va a la misma esquina donde monta un espectáculo callejero en un teatro que él mismo ha construido. Las técnicas utilizadas para su realización fueron 2D, 3D, computarizado y stop motion.

Y además de darle vitalidad y reconocimiento a una industria, también fue el primer Oscar para Chile, lo que supone un hito en muchísimos aspectos, además de posicionar a nuestro país como un referente de animación en Latinoamérica.

Sin embargo, quizá como inspiración, o simplemente por la calidad del trabajo del rubro en el país, 2018, 2019 y 2022 tuvieron participación chilena en el Festival de Annecy, el evento anual más prestigioso para este tipo de producciones audiovisuales.

En el primer año mencionado se hizo presente el duro largometraje “La Casa Lobo”, filmado en stop motion y que está basado en hechos reales de Colonia Dignidad. 2019 fue el año de “Homeless” otro largometraje con un tono ácido y de comedia negra que relata la historia de tres vagabundos que deciden hacer frente para recuperar su hogar debajo de un puente. Por último, “Nahuel y el libro mágico” fue un largometraje coproducido con Brasil que relata la historia de un niño miedoso que debe superar todos sus temores en una increíble aventura para poder rescatar a su padre.

Nueva participación en Los Oscars

Pero todo esto nos lleva a una nueva historia, una nueva oportunidad y un nuevo reconocimiento al espectacular cine de animación Chileno. “Bestia” participará en la 94° edición de los Premios Oscars en la categoría “Mejor cortometraje animado”. Aquella que ya se llevó “Historia de un oso” en 2016.

Con respecto a la sinópsis de la película, su director Hugo Covarrubias, dio una explicación muy clara en una entrevista al Magazine Solomonos: “En el fondo no es una biografía de Ingrid Olderöck (mayor de Carabineros y agente de la DINA durante la dictadura militar), sino que una visita a su vida secreta, a la relación con su perro, sus miedos y frustraciones, que finalmente son la radiografía de un país que está fracturado, un país que está lleno de heridas que no están todavía ni cerca de sanarse. Más que nada, ocupamos su caso como un dispositivo para hablar de la maldad, obviamente sin empatizar con la persona, pero tratar de entender qué tipo de frustraciones puede tener una persona tan mala y si esta maldad es heredada”.

Te compartimos una breve entrevista con imágenes del corto que se realizaron para el festival de Annecy:

Ya tuvo su participación en la edición 2021 de Annecy, donde estuvo nominada como mejor cortometraje animado, y se llevó el premio “Festivals Connection”. Ahora nos queda esperar al 27 de marzo para saber cómo le fue a este nuevo éxito chileno en Los Oscars.

De todas maneras, este repaso nos deja una enorme lección: hoy nuestro país cuenta con cine de animación de primer nivel, y que el trabajo y el reconocimiento son fundamentales en el camino del crecimiento constante, más allá del enorme talento que se cultiva en el país.