Ya tuvimos la oportunidad de contarte varias historias donde la tecnología se transforma en una herramienta fundamental para empoderarse, creer y crecer. Y así llegamos a Arturo Soto: de Antofagasta al mundo.

El poder del océano

Desde que se conectó con el mar siempre supo que quería dedicarse al Bodyboard. Es por eso que a fuerza de pasión y ganas de emprender, a sus 23 años, Arturo decidió crear una escuela de Bodyboard con el objetivo de generar recursos y poder vivir de lo que tanto le apasionaba. 

Es por eso que su sueño comenzó en el momento que puso un cartel en su casa que decía: “Se hacen clases de Bodyboard”. “Con mis amigos, construimos una pequeña escuela en la playa, hecha de palmeras, palos y arena”, cuenta Arturo.

Desde la escuela comenzaron a realizar torneos deportivos para mantener a sus alumnos motivados. De esa manera es que lograron que más niños de distintos barrios de Antofagasta lleguen a la escuela, hasta lograr  50 estudiantes de entre 12 y 17 años. 

El poder de la tecnología

Aunque el deseo personal y la necesidad de seguir creciendo es fundamental para lograr tus sueños, muchas veces la tecnología puede ser un aliado clave para lograr este objetivo. Y en el caso de Arturo, no fue la excepción.

“Gracias a la tecnología pudimos compartir lo que hacíamos en Antofagasta con el mundo.  Y la escuela Budeo se hizo conocida internacionalmente”, explica Arturo, y agrega: “Esta experiencia competitiva personal se ha transformado en el Antofagasta Bodyboard Festival, el evento deportivo internacional más importante que tiene la región de Antofagasta. Una cita del circuito mundial que integra la IBC (International Bodyboard Corporation)”.

Pero eso no es todo. En esa escuela, que comenzó de la nada, también crearon una nueva metodología de educación llamada “Antofagasta Experiencias Territoriales” que, como explica Arturo, “habla de lo relevante que es conectar a las niñas, niños y jóvenes con lo esencial de la vida, que es la naturaleza”.

“Y es así, como desde nuestras costas, Antofagasta se convirtió en un encuentro mundial que sigue transformando y proyectando nuevos liderazgos. Sigamos creyendo en el poder del cambio, porque a mí, el océano me cambió la vida”, cierra nuestra inspiración de hoy, Arturo Soto.